21 mayo 2014

Cada maestro con su librito

No sé si alguna vez les conté que fui a un colegio privado y a una universidad privada. No tengo quejas, al contrario, estoy muy agradecida porque sé el esfuerzo que hicieron mis padres para que estudie de esa forma y lo importante que era para ellos que yo reciba "La Mejor Educación". Me dieron herramientas, que creo que es lo más valioso que se le puede dar a un hijo. 

Después de pasar 18 años escolarizada, rindiendo exámenes nacionales, internacionales, parciales, finales y juntando diplomas a rolete, trabajé en algunas empresas donde también me sentía segura en una estructura bien definida, sabiendo que ocupaba el puesto de "analista de ..." o "jefa de ...", con las tareas detalladas en una descripción de puestos, evaluaciones anuales, horarios y días de trabajo definidos, compensaciones y beneficios acorde a la ley y otras veces no tanto; en fin, lo que nos hace personas "normales" felizmente insertadas en la sociedad. Sabía que si trabajaba duro podía llegar a ser gerente, directora, tener personas a cargo y ser todo aquello que siempre habíamos soñado para mí. 

Pero después de algunos años surgió un pequeño inconveniente: me di cuenta de que esa vida no me llenaba. Admiro a la gente que es feliz en la vida que elige, sea cual sea, oficina, artesana, vendedora, médica, ama de casa, la que sea, pero yo no lo lograba! Tenía curiosidad de experimentar otras posibilidades, otras formas de vivir, y bueno, durante algún tiempo me dediqué a probar algunas... Simplificando la historia bastante, porque honestamente nada se dio de un día para el otro ni tomé decisiones drásticas ni tuve visiones esotéricas que me mostraron el camino, simplemente pasito a pasito me fui alejando de lo que yo siempre pensé que iba a ser mi vida, para querer dedicarme cada vez más al yoga.

Adentrándome en este mundillo tan especial me di cuenta de que la forma de aprender no era ni tan sencilla ni tan estructurada como yo estaba acostumbrada. Mi ilusión era que alguien me dijera: lee estos 20 libros, anotate en esta institución oficial del yoga, cuando te recibas podés hacer un posgrado, etc. La realidad no fue así. En yoga, cada maestro con su librito. No existe alguien que tenga la verdad pura, el método único, de hecho dudo bastante de las escuelas que dicen que su maestro ES EL ÚNICO que tiene la razón, y que todos los demás están equivocados.
A mí el método que más me viene funcionando en este camino de conocimiento es (no se esperen algo muy científico): cuando el alumno está preparado, llega el maestro. Los aprendizajes más interesantes "cayeron" en mi camino como arte de magia, como de casualidad. Alguien comentó algo que fue un disparador para algo, alguien me mandó un mail que me interesó, así, de repente, caí justo con el maestro que me iba a ayudar a dar el siguiente paso. Y me dejo llevar, qué más podría hacer?

Con todos estos maestros que aseguran tener "LA técnica", es normal que cuando empezamos a practicar, generalmente no tenemos mucha idea de dónde caímos, y si lo que se hace en esa clase "es lo que hay que hacer" o qué otras posibilidades hay. 

Hoy les voy a comentar algunos de los distintos tipos de yoga que se pueden practicar, cada uno con sus características especiales. Si leyeron el post anterior, sobre los 4 senderos del yoga, todos los que voy a mencionar están dentro del camino del Raja Yoga. 

Hatha Yoga
Podría decirse que es la forma más clásica de acercarse al yoga, generalmente las prácticas incluyen asanas, pranayamas, y técnicas de relajación y meditación. El ritmo de la clase suele ser de lento a moderado. Algunas escuelas conocidas en Buenos Aires son: Sivananda, Hastinapura, Indra Devi.

Kundalini Yoga
Para la filosofía del Yoga, tenemos más del 90% de nuestra energía dormida, y esta energía recibe el nombre de Kundalini. En Kundalini el acento está en equilibrar los chakras, a través de asanas, pranayamas, el canto de mantras y meditación.


Ashtanga Yoga
Es un tipo de yoga dinámico, donde se combinan las posturas con la respiración y el movimiento. Estas secuencias de posturas combinadas se llaman Vinyasas, seguro les suena una vinyasa muy conocida: el saludo al sol. Les dejo las variantes del saludo al sol que se practican en ashtanga.



Iyengar Yoga 
El yoga Iyengar es un tipo de Hatha Yoga que pone el acento en la alineación y la perfección en las posturas. Se utilizan elementos y soportes: columpios, tacos, cintas, almohadones, etc. 


Acroyoga
Es una combinación de acrobacia, masajes y yoga. Se practica en grupo, se busca la interacción con los demás participantes. Se ve lindo no?

Bikram Yoga
Es una clase de hatha yoga en una sala a 42ºC. Es decir, una sala calurosa. Se favorece la desintoxicación a través de la sudoración, cambiando grasa por masa muscular. Recomiendan tomar por lo menos tres prácticas semanales. 

Yoga Prenatal 
El embarazo es un momento ideal para practicar yoga, el contacto con el cuerpo que está cambiando cada día y el contacto con el bebé desde un lugar más profundo. El yoga ayuda a preparar el cuerpo para el momento del parto. Existen grupos de yoga específicos para embarazadas que recomiendo, especialmente por la posibilidad de compartir con otras futuras mamás las experiencias que se van viviendo a lo largo del embarazo. También hay clases regulares aptas para embarazadas, como algunas de las que doy yo, donde la mujer embarazada participa de la clase con ciertos ajustes acordes a su estado. 


Yoga para Niños
Cada vez hay más interés en estas clases. Se aplican las técnicas de yoga adaptadas a la infancia para que los niños puedan acercarse a la práctica del yoga a través de juegos y movimientos. Ayuda a los niños a calmar la ansiedad, a relajarse y a tener mayor contacto con el cuerpo y su propia naturaleza. 


Dentro de cada uno de los tipos de yoga mencionados, también hay variantes de acuerdo a la escuela, el profesor, características de la sala o de los alumnos. 

Seguramente más de uno se dio cuenta de cuál era mi intención oculta en este post: mostrarles que cada maestro con su librito, cada estilo de práctica para ciertas personas y para cada momento de la vida. A veces lo pienso como una peregrinación. Pongámosle una peregrinación a Luján: se puede ir caminando, en auto, en bici, tomar colectivo, tren, ir por autopista, por camino de tierra, volando si queremos, pero todos estaremos yendo al mismo lugar y con la misma intención. Cada uno va a su manera, de acuerdo a sus posibilidades y gustos, pero a Luján no le importa, nos recibe a todos por igual. 

Como yo siempre les digo, no me interesa ser la profesora de todos ni para todos los momentos de la vida. Hay una práctica y un guía para cada momento. Ni yo soy dueña de la verdad, ni creo que nadie lo sea. Les recomiendo que prueben todo lo que les de curiosidad, y elijan lo que mejor les haga aquí y ahora. 

A partir de esta semana una profe colega y amiga va a reemplazarme en algunas clases que daba. Para esos alumnos: gracias por haber practicado conmigo este tiempo. Gracias por el cariño y por enseñarme. Les deseo que sigan aprendiendo en cada clase un poquito más sobre ustedes mismos. Les deseo a todos, alumnos y Edith, una gran conexión.


Namaste.