El Yoga es una disciplina.
No es una religión, no es un deporte, no es una actividad recreativa. Es una práctica donde se busca ir hacia adentro del propio cuerpo y mente. A través de las posturas o asanas, de la respiración y de la relajación profunda, logramos sentir bienestar y relajarnos.
El Yoga nace en la antigua India, y viene de la palabra en sánscrito "yuj", que significa unión. Comenzamos uniendo mente, cuerpo y alma, y de a poco vamos comprendiendo la cercanía de nuestro ser individual con el ser universal, con el cosmos, con la totalidad.
Partimos de la base de que somos más que un simple cuerpo físico con una mente aislada, y trabajamos sobre nuestro equilibrio y armonía internas y externas. Yo fui descubriendo el alcance del yoga con la práctica, sigo comprendiendo cada vez un poco más su significado, por eso no pretendo tratar de describir todo en este post, sino profundizarlo lentamente.
Hoy quiero comentar cómo abordamos la práctica de Yoga, cómo nos acercamos a ella:
Primero, con ganas de conectarnos con nosotros mismos, de conocernos un poco más. Queremos estar bien físicamente y más centrados, relajados. Estamos dispuestos a dedicarnos tiempo y energía.
Luego, con una actitud no competitiva. Esto es realmente fundamental, y debo confesar que para mí fue bastante arduo. Vivimos en un mundo donde todo es en comparación de los demás, en el trabajo, en el estudio, en los círculos sociales. El yoga nos pide que miremos para adentro, sin importar lo que hagan los otros. Podemos hacer una clase entera con los ojos cerrados, sólo percibiendo nuestro cuerpo, la respiración, nuestro ser en su totalidad. No seré mejor "yogui" si llego al piso con las manos, si me tuerzo sobre mi eje, si soy la que más se dobla del grupo; sino si hago las asanas con conciencia, concentración y percepción interna. Si nunca abandono la atención sobre mi respiración.
Y por último, sabiendo respetar nuestro cuerpo y mente hoy. Esto es, sin importar lo que haya logrado en el pasado, ni mis exigencias sobre mí misma, soy consciente de lo que hoy me pasa y esa es la única verdad. Hoy mi cuerpo se expresa, hoy mi mente piensa, hoy mi alma siente. Esa es mi verdad.
Por eso decimos que en las clases estamos plenamente presentes y plenamente conscientes. Por eso esta actividad relaja, porque no te permite ir al pasado, ni ir al futuro, ni mirar a los demás. Es explorar la esencia, conocernos a nosotros mismos, y esa experiencia sólo se puede tener en el aquí y ahora.
Creo que el Yoga es un camino largo, intenso, individual y hacia adentro. Y una vez que me conozco a mí misma, puedo estar conectada con todos los demás.
Namaste.
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