30 noviembre 2013

Chakras

Como contaba en el post "Sobre Nadis y Pranayamas", los yoguis estaban convencidos de que somos energía pura. Esta energía o prana corre por canales a los que llamaron nadis, y se puede regular a través de la respiración con pranayama. También encontraron ciertos centros de energía, los chakras, donde se regula y administra el prana de nuestro cuerpo afectando directamente su funcionamiento. Se dice que existen 107 chakras, pero son siete los más importantes.
Etimológicamente, chakra es una palabra en sánscrito que significa rueda, y refiere a los centros de energía, no de nuestro cuerpo físico palpable, sino del cuerpo sutil, la energía que todo subyace.


En la disciplina del hatha yoga, tomamos los siete chakras principales como guía. La idea es estimular todos los chakras en cada práctica, armonizar cada uno de ellos y también entre sí, para que puedan administrar nuestro prana de manera eficaz y en equilibrio. 
Partimos de la base de que un chakra puede estar desequilibrado, por sobreestimulación o subestimulación. Cualquiera de las dos opciones desequilibran por igual, y sólo a través del equilibrio, es que podremos vivir más sanos y completos.

Por eso, si practican yoga, seguramente encontrarán que durante la clase trabajan distintos tipos de posturas, algunas que ponen el esfuerzo en la raíz, en el contacto con el suelo y la parte inferior del cuerpo, como el guerrero:


Otras "masajean" el interior del abdomen, como las torsiones o la pinza:

        


Otras ayudan a abrir pecho y garganta:



Y en las posturas de equilibrio, en la relajación y meditación nos concentramos en el entrecejo y la coronilla:


 


Las asanas siempre trabajan sobre un grupo de chakras, nunca individualmente, por eso es importante prestar atención hacia dónde va la respiración naturalmente durante la postura, porque allí es donde se está trabajando energéticamente sin que seamos plenamente conscientes de ello.

Con la práctica regular del hatha yoga los chakras se armonizan y les devolvemos su flujo de energía natural.

En el próximo post, les voy a contar un poco más de cada uno de los chakras.

Hasta la próxima!
Namaste.

14 noviembre 2013

Mario Alonso Puig - Una charla que me llamó la atención

El otro día escuché en la radio una entrevista a un médico especialista en cirugía general y del aparato digestivo. Mario Alonso Puig escribió varios libros con títulos muy autoayuda, como "Reinventarse", y "Ahora Yo". En general, suelo escuchar con bastante escepticismo a las personas que afirman tener la verdad sobre "reinventarse" y temas similares, pero entre su acento español, la forma de explicar y algunos conceptos interesantes, me enganché. 
No vale la pena que trate de narrar la entrevista, si la pueden escuchar ustedes mismos en la siguiente página:

Después de la entrevista me quedé investigando un poco sobre este hombre, y encontré una charla TED que se llama "Construyendo tu sueño" que me pareció interesante también:


Para más información, su página es: 

La comparto con ustedes, no porque crea que es dueño de la verdad ni que tenemos que ir corriendo a comprar sus libros, sino sólo porque creo que está bueno reflexionar sobre los temas que él trata, para luego sacar nuestras propias conclusiones.

Namaste!

08 noviembre 2013

Los 8 pétalos del Yoga - Segunda Parte



Hoy voy a comentar los últimos cuatro pétalos del Yoga. 

En el post anterior describí los primeros cuatro: acciones para conmigo misma, para con los demás, posturas y respiración. Hasta ahora, todo visible, conductas y pensamientos fáciles de reconocer. 

En cambio, los próximos cuatro pétalos son más sutiles, más abstractos, y sólo si practicamos los primeros cuatro, podremos avanzar a los que siguen.

Pratyahara
Es la percepción interna, retraer los sentidos y llevar la conciencia hacia mi interior, en un estado de relajación profunda y consciente. 

Dharana
Concentración interior. Poder mantener la conciencia en un punto, sea la respiración, en un sonido, etc. 

Prathyahara y Dharana van juntas, por ejemplo cuando practicamos el Yoga Nidra, estoy llevando la conciencia hacia mi interior, y también me concentro en un punto, que puede ser la respiración o la rotación de la conciencia por las diferentes partes del cuerpo. 

A veces entramos en meditación donde la mente se calma, y nos sentimos en un estado de paz y contemplación. Éste es el siguiente pétalo:  

Dhyana
Estado de meditación, que es un estado de conciencia que se define con 3 palabras: sat, plena presencia, chit, plena conciencia, Ananda, felicidad.

Samadhi
Estado existencial de felicidad profunda: Plena consciencia, presencia y dicha. Es un estado de unidad en el que se trasciende la dualidad. Sama significa paz y equilibrio interior. Dhi es sabiduría interior. Practicando mucho las técnicas del yoga podemos llegar al estado de Samadhi: paz, equilibrio y sabiduría interior. 

Los yoguis autorrealizados viven en este estado sin necesidad de ningún estímulo externo. Han transitado el camino, y viven en un estado de autorrealización, donde ya no hay apegos ni positivos ni negativos. Esto significa que ya no me molestan los insultos de los demás pero tampoco me hacen más feliz los halagos. Nada modifica este estado de felicidad profunda existencial. Viven en su centro, y unidos con la conciencia universal. 

Para ser realistas, creo que casi todos estamos bastante lejos de vivir en Samadhi. Pero también es verdad que algunas veces entramos en estados de profunda felicidad y paz naturalmente. Puedo empezar por reconocer qué cosas de mi vida diaria me provocan esas sensaciones, y tratar de repetirlas cada vez que puedo. Esto puede ser algo tan sencillo como estar al aire libre, leer un libro, jugar con un nene o pasar tiempo con amigos. 
La idea es tratar de acercarme cada vez más a actividades y personas que me producen calma, paz, bienestar y armonía. Sólo se trata de sumar momentos de felicidad a mi vida diaria. 
Si tenemos bien claro qué nos hace bien y qué nos hace mal, con la práctica y el tiempo, naturalmente nos empezamos a alejar de las personas y situaciones que nos sacan energía y no nos permiten estar en equilibrio, como si hiciéramos una limpieza interna sin darnos cuenta. Y elegimos lo que nos nutre y armoniza. El cambio es lento, profundo y usualmente no tiene vuelta atrás. 

Estas palabras describen estados difíciles de explicar, y a veces pueden confundir o llenarnos de ansiedad y expectativa. Sólo es bueno saber que existen para que, cuando ocurran, nos sean más familiares, pero no es necesario forzarlos o intentar comprender todo de una vez. Hay que darle tiempo a las palabras para que decanten y se unan a nuestra experiencia.


Buen fin de semana!
Namaste.